
Les conté un sueño en el que mi abuelo (fallecido ya) se me acercaba y me decía: "no estás haciendo aquello que te hará feliz y luego...alguien se está acercando y será importante, no lo dejes pasar"...plop, mi abuelo jamás habló así en vida y lo peor, no tengo idea de qué me estaba hablando.
Como lo veo, hasta ahora estoy disfrutando lo que hago, pero sé que no será definitivo...por otra parte, no tengo idea si la persona que se acerca será amigo/a, compañero/a, maestro o aprendiz, ¿Qué necesito ahora?
Si algo tengo claro es que cuando nacemos no estamos en onda de planificar nada, ni menos tener conciencia social...comemos, dormimos y cag...los caminos posibles: vivir o morir. Pero a medida que crecemos las opciones se van diversificando y así fue como a los 17 años me ví por primera vez sola en medio de una encrucijada que para mí ofrecía varias opciones, el camino inidicaba la universidad, pero en qué carrera...decisión única e intransferible que se debe tomar y en mi caso, sin repetir ni equivocarse por un tema económico...¿Me iba por algo más o menos rentable y seguro o me tiraba el piscinazo? Y no sólo me estoy salpicando un poco, sino que mojando hasta el cuello con el tema del periodismo... a veces siento que me ahogo y alguien tira un salvavidas oportuno.
¿Pero por qué me ahogo? Simplemente porque las opciones son escasas y aquella que estoy disfrutando no puede ser nunca la opción de mi vida...hay que buscar necesariamente un complemento y me temo tal vez no serán agradables del todo y no podré dedicarme 100% a lo mío.
Ahí radique tal vez la actitud "difusa" de algunos profesionales...sabemos de todo un poquito porque con suerte hay tiempo para dedicarse en profundidad y con pasión a una sola pega y para especializarse ni hablar...y si lo haces andas corriendo y terminas con úlcera...
Vuelvo al tema del destino...¿Busco rápidamente el atajo más cercano o me quedo al borde del camino haciendo dedo un rato?