8 de octubre de 2006

Al Borde del Camino

5 reflexiones
Una animada conversación con unos amigos se volvió una profunda reflexión acerca del destino...¿Se nace para o se construye nuestro destino?

Les conté un sueño en el que mi abuelo (fallecido ya) se me acercaba y me decía: "no estás haciendo aquello que te hará feliz y luego...alguien se está acercando y será importante, no lo dejes pasar"...plop, mi abuelo jamás habló así en vida y lo peor, no tengo idea de qué me estaba hablando.

Como lo veo, hasta ahora estoy disfrutando lo que hago, pero sé que no será definitivo...por otra parte, no tengo idea si la persona que se acerca será amigo/a, compañero/a, maestro o aprendiz, ¿Qué necesito ahora?

Si algo tengo claro es que cuando nacemos no estamos en onda de planificar nada, ni menos tener conciencia social...comemos, dormimos y cag...los caminos posibles: vivir o morir. Pero a medida que crecemos las opciones se van diversificando y así fue como a los 17 años me ví por primera vez sola en medio de una encrucijada que para mí ofrecía varias opciones, el camino inidicaba la universidad, pero en qué carrera...decisión única e intransferible que se debe tomar y en mi caso, sin repetir ni equivocarse por un tema económico...¿Me iba por algo más o menos rentable y seguro o me tiraba el piscinazo? Y no sólo me estoy salpicando un poco, sino que mojando hasta el cuello con el tema del periodismo... a veces siento que me ahogo y alguien tira un salvavidas oportuno.

¿Pero por qué me ahogo? Simplemente porque las opciones son escasas y aquella que estoy disfrutando no puede ser nunca la opción de mi vida...hay que buscar necesariamente un complemento y me temo tal vez no serán agradables del todo y no podré dedicarme 100% a lo mío.

Ahí radique tal vez la actitud "difusa" de algunos profesionales...sabemos de todo un poquito porque con suerte hay tiempo para dedicarse en profundidad y con pasión a una sola pega y para especializarse ni hablar...y si lo haces andas corriendo y terminas con úlcera...

Vuelvo al tema del destino...¿Busco rápidamente el atajo más cercano o me quedo al borde del camino haciendo dedo un rato?

5 de octubre de 2006

Decir No: A veces hasta es necesario...

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El 5 de octubre de 1988 marca una fecha que más que dividirnos debería ser valorada por darnos la posibilidad de elegir.

La palabra "no" encierra una connotación de prohibición, de veto, de cerrar puertas, cortar posibilidades, poner fin a un diálogo...sin embargo, un 5 de octubre hace 18 años los chilenos pronunciamos y celebramos un gran NO a un régimen impuesto que ya no compartíamos o que nunca se había compartido.

El General cayó en su propia trampa. La Constitución del 80' establecía la realización de un plebiscito en 1988 para decidir si continuaría a cargo del país, pero no esperaba que los rumores, hoy tristemente confirmados de las violaciones a los derechos humanos, se esparcieran cambiando los deseos y convicciones de miles de personas; ya no se trataba de ser de un lado u otro, sino plantearse qué queríamos y abrir la posibilidad a escoger.

Qué inmenso poder tiene el libre albedrío cuando los seres humanos se dan cuenta que lo poseen...sin duda aún mayor que las armas. ¿Cómo se explica que haya triunfado el No si nuestro país aún está dividido? Tal vez simplemente porque ese día se trataba de elegir para poder elegir... de nuevo, no una, sino muchas veces en el futuro.

El plebiscito contó con una altísima participación ciudadana, ya que concurrió a votar el 92% de los inscritos. El 56% de ellos se pronunció por el No; el 44% apoyó la opción Sí.

Al parecer las decisiones se han vuelto mucho más complejas, las tasas de nuevos inscritos han bajado y las personas se excusan...tal vez las nuevas generaciones no han comprendido aún lo que es contar con el poder de un voto, un solo voto puede parecer insignificante, pero si todos hubiesen pensado así el 5 de octubre de 1988, el No habría resultado derrotado.

Yo tenía 8 años y recuerdo las banderas, las celebraciones, los colores y las palabras de mi madre al preguntarle qué pasa ahora: ... "ahora votamos por un presidente".

¿Y ustedes, qué recuerdan de ese día?

Video de la Campaña del NO



Video de la Campaña del SI



Un agradecimiento muy cariñoso a Carlos Verdugo quien adjunto estos videos a la nota publicada en El Observatodo.

3 de octubre de 2006

Huelga Sexual

1 reflexiones

Al igual que en la historia griega Lisistrata de Aristófanes, un grupo de mujeres colombianas decidieron hacer una huelga de sexo para obligar a los hombres a deponer la violencia.

Huelgas de hambre, manifestaciones, minutos de silencio, marchas de desnudos, cartas y mail que claman por la paz tienen un efecto importante, pero tal vez un grupo de mujeres ha descubierto un método más efectivo para llamar deponer la violencia: huelga de sexo.

Pero no se trata sólo de no dejar a los hombres besarlas, tocarlas o tener sexo, sino arrojarlos a dormir a los sofá hasta que mostraran una actitud más favorable a la paz.

Desde el 9 de septiembre y hasta el 30, un grupo de 25 jóvenes pandilleros de entre 15 y 18 años tuvieron que soportar la huelga de sexo que sus parejas les estaban imponiendo como una manera de impedir sus actos de violencia. El escenario fue la ciudad de Pereira en Colombia, el lugar más violento de todo el país, según estudios del gobierno local.

Las pacifistas de las "piernas cruzadas" hasta tuvieron su canción y la atención de diversos medios de comunicación colombianos por su orginalidad, aunque en realidad se basaron en la obra griega "Lisistrata" de Aristófanes, en la que un grupo de mujeres, intenta poner fin a la Guerra del Peloponeso prohibiendo a sus maridos el sexo.

Pero ya antes se habían realizado en el mundo huelgas de sexo, en Colombia a finales de los años 90, se organizó una para detener la violencia y en Turquía, un grupo de mujeres logró que los varones arreglaran los ductos de suministro de agua con este método.

Álvaro Vargas LLosa dice magistralmente en su artículo para el Diario Exterior "¿Por qué es tan seductora esta historia? Porque encierra una importante lección en estos tiempos de terrorismo: la gran esperanza de derrotar a la violencia indiscriminada radica en la sociedad civil. Si no existe un esfuerzo por parte de la gente común y las organizaciones de base por desarraigar la violencia del cuerpo social, el terror no puede ser detenido, sólo reemplazado".

Una vez más el ingenio y la unión ciudadana demuestran que son más fuerte que cualquier método impositivo o mediante las armas.